Un respiro a lo lejano

¿En qué momento somos libres? si cada decisión que tomamos está intervenida por un cerco, y estamos conectados a un cable, directamente a un muro de preocupaciones, responsabilidades, miedos, rabias, tristezas, frustraciones. Por mucho que establezcamos la necesidad de ser libre, el cable no nos deja avanzar, nos deja estancados por muchos años en la misma situación y por mucho que no queramos, nos deja así hasta el momento de nuestra muerte, puesto que estamos acostumbrados a mirar lo que ocurre y no participar, a simplemente existir. La única instancia en la cual logramos ser libre, es poder despojarse tan solo un instante de las preocupaciones, de este cable conectado al muro. Simplemente necesitamos un instante para ser libres y realmente vivir.

¿Qué es la vida? Es la acumulación de experiencias distintas una de otras y a su vez repetitivas, pero que dejan de ser “rutina”. La vida trata de alegrías, sueños, tristezas, rabias, una serie de emociones y sentimientos, a los cuales debemos someternos para vivir.

¿Cuánto dura la vida? La vida dura simplemente un instante, solo un momento, un respiro!, una caricia, cada uno de estos momentos inmersos en sentimientos y emociones, a las cuales simplemente no se les presta atención. Atención que si tuviéramos, podríamos realmente disfrutar nuestra vida, nuestro instante en la tierra, nuestro segundo con las personas que tanto queremos, amamos y necesitamos. La vida dura lo que queremos que dure, vivir es hacer lo que sentimos.

La vida dura tan solo un instante y debemos entender que se progresa en esta vida, sabiendo que cada instante es distinto a otro y que cada uno de ellos depende del siguiente o el anterior.

No vale la pena vivir, si no tomamos importancia a este segundo en la vida, sin pensar en que podemos hacer algo bueno por las personas, cumplir nuestros sueños y metas, vivir a cada instante agradeciendo lo que tenemos y no lo que queremos. La vida se hace y se construye por medio del camino que queremos labrar, dejar un rastro en este mundo es la función básica que tenemos, debemos caernos, debemos levantarnos, debemos vivir, para así enseñarle al resto, a no cometer los errores que cometimos nosotros, pero aún así, permitiéndoles caer, para saber lo fructífero que es levantarse, más que concretar.

Nunca olvidar que la vida, es simplemente un paso, un respiro a lo lejano, un beso apasionado, sintiendo cada pelo que se levanta, cuando es producida tal acción y emoción, sentir cada palpitar al avanzar, sin importar el camino a tomar, dejando de lado lo que tanto nos acongoja y tomando en cuenta simplemente lo que nos hace feliz, lo que nos deja detenidos en el tiempo, simplemente por llegar a sentir lo que el amor, y la satisfacción de hacer lo que tanto sentimos y que puede dejar algo en los demás. Un relámpago en la noche de lluvia que quede tan impregnado en quienes nos rodean y en quienes vengan para simplemente, aprender a vivir y tomar importancia de que somos en esta tierra.

Sentir, crear, expresar, demostrar, enseñar, amar, respirar, caminar. SIMPLEMENTE …VIVIR.

Pablo Antonio Vicencio Krause.