Poesía


Nos habla de situaciones, emociones, experiencias, mal o bien vistas según el contexto.

Inspirados por la noche o por el amanecer, cada cual tiene su momento de expresión, nos hace crecer y valorar, mas no dejar de lado aquellos que queremos o extrañamos. Se puede dar en el papel, imágenes o simplemente gestos, uno tras otro reflejando y dando a un ciclo de estupidez.

Estupidez y poesía odiada por muchos, por no tener esperanzas en ella, por no querer aspirar a un poco de mortalidad, aquellos que por experiencias, pierden el sentido de esta, más allá pierden la sensación de bienestar al sentir esta estupidez, alguno de sus síntomas son el dolor, los suspiros y facilidad proyectar en nuestros ojos la misma imagen, a su vez no pueden conciliar el sueño por las noches, y valoran detalles, cosa que provoca muchas veces asco, para quienes pasan por la poesía ingrata.

Estupidez satisfactoria o para muchos otros bastante desagradable, puesto que dejamos llevar nuestro corazón y mente, poniendo en jaque las confianzas, los hechos, las emociones y un poco de nuestra imaginación, para llevar a cabo la perfección, claramente utópica, puesto que realmente nada de lo que ocurre es tan bello, puesto que solo hay momentos de esto, tal como la felicidad y la tristeza.

No hay estupidez más bella, estupidez más idiota, estupidez más profunda, que la que deja llevar tu mano, sin tener control de aquel, puesto que habla de honestidad y sinceridad, palabras que pocos valoran y hablan de racionalidad, llena de errores, desconociendo lo simple y cayendo en lo que el hombre quiere establecer, basados en poder y porque obsesión.

De preferencia estupidez y locura, para aquellos que quieren vivir bien, para aquellos que sin importar lo que se trate de exponer, se siga escribiendo dejando llevar la mano y los escritos por la pluma de emociones, tinta de experiencias y pensamientos sin tiempo de croquis.

Es estúpido pensar en aquello, que aquello que tanto quieres sentir y expresar, sale como tanto esperas, puesto que para eso nació esto, para dudar y pensar, para crecer y para avanzar, todo tiene su tiempo y lugar, su emoción y expiración.

Más tiempo no queda para pensar, simplemente para expresar, dejar llevar tu tinta, y simplemente sentir, la poesía que para muchos es utópica o bien de imposibles. La poesía simplemente se siente y experimenta, de un momento a otro, sin tomar en cuenta y sin describir cual es el momento de inicio y final, puesto que aquello no tiene una fecha de vencimiento, hasta que la quieres crear y ver.

Poesía que en mi pesar es inmortal, si así se quiere, no obligando procesos y asumiendo el presente, más allá de querer entender un futuro, solo la poesía nos enseña el valor del otro y el valor nuestro. Cada acción basada a la poesía sin importar la forma en que se escriba, tiene un valor preciado para cada uno y para quien sientes la llamada poesía. 

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