Respiro de Libertad
La
vida es tan solo un instante, instante que debemos saber vivir, por medio del
“aprender”, aprender que la vida sin la del otro, no funciona, que la felicidad
de uno, lleva a la felicidad del otro. La vida está hecha de caídas, llanto,
frustraciones, negaciones, muerte, miedo, sacrificio. Pero hoy, nuestro Chile
debe levantarse, volver a creer. En su momento nuestra sociedad cayó, pero la
juventud es aquella que tiene la fuerza de levantar a los millones que
cayeron y que esperan de una mano, para volver a soñar y lograr vivir.
No
quiero que este momento acabe, que la vida se esconda, no quiero que la
oscuridad nuevamente pese en nuestras imágenes de libertad, nuestros sueños y
anhelos de un chile más justo, nuestras metas que confortan al más débil. No
necesitamos que esto termine, necesitamos que esto continúe, que aquellos
remolinos sigan moviéndose a partir del viento que provocamos en cada grito.
Esos gritos que han sido capaces de despertar hasta a un sordo, que han hecho
hablar al mudo, y que han hecho ver al ciego.
No
importa cuánto tiempo debamos luchar, son los jóvenes los que nos enseñan a
caminar, nos ayudan a levantarnos de una silla de ruedas, a la cual nos hemos
sentado como si la normalidad, es pasarse la vida esperando y actuando
simplemente cuando no queda tiempo.
Son
sus aires renovadores, los que limpian el alma, los que arremeten contra el
conformismo y hacen luchar al muerto por sus sueños perdidos, perdidos en el
fondo de los fracasos y miedos, los cuales no pudieron superar aquellos viejos.
Los
jóvenes, los niños, son el ejemplo más vivo de la vida, en conjunto con sus
alegrías y con sus llantos oportunos, son los que nos entregan la esencia misma
para vivir, el sentido único de nuestra vida. Llorar cuando algo es injusto,
luchar cuando algo no es merecido, disfrutar de algo que queremos y hemos
conseguido dejando de lado los límites establecidos y que marcan lo imposible,
imposible que es superado simplemente al CREER en lo anhelado.
Es
aquella juventud que recuerda y hace palpitar nuevamente de los anhelos, sueños
que siempre han sido limpios, nobles y justos, pero que lamentablemente al
pasar los años, al dejar pasar sus anhelos, participar como testigos y no como
protagonistas, han logrado que sus sueños se pierdan en la oscuridad de la
noche, en la rutina, que se pierdan en los limites que establece “nadie”.
Gracias
a los jóvenes que son los que viven anhelando y luchando, son los que
sufren de lo que la sociedad dejo establecer. No quiero que al amanecer
estos meses de movilizaciones terminen en tan solo un suspiro de algún anhelo,
que hagamos de algo tan infartante, que de las mil caricias que nos han dado
los estudiantes, no queremos que sus llamados de atención, sus respiros de
libertad y justicia, duerman nuevamente a los “sometidos”, por medio de una
simple anestesia.
Son
los jóvenes los que despiertan a los viejos de sus sueños cubiertos de polvo,
polvo que es consciencia de todos, establecida por la mísera minoría, que se
impone como un derecho y como un deber innato.
Es
hoy el momento de vivir de lo que queremos, exigir lo que necesitamos, para
aquellos que luchan, para aquellos que dejaron de hacerlo, por dejar de creer,
para aquellos que realmente lo necesitan.
Podrán pasar mil tormentas, habrán truenos y relámpagos, pero nuestros gritos, sueños, anhelos de libertad y justicia, serán tan potentes que dejaran encandilados y sordos a los antes mencionados.
Podrán pasar mil tormentas, habrán truenos y relámpagos, pero nuestros gritos, sueños, anhelos de libertad y justicia, serán tan potentes que dejaran encandilados y sordos a los antes mencionados.
Es
momento de caminar hacia la justicia, puesto que la vida dura un instante, un
grito de lucha, un susurro de emociones.
Debemos
luchar ahora, porque solo nosotros somos capaces de decir que es realmente
posible todo lo que nos proponemos, ES HOY cuando tenemos que seguir caminando
hacia el respiro de libertad, porque la vida dura un paso y “la muerte no
espera”.
Vamos
estudiantes, que el camino continua, vamos a pasos agigantados, lentos, pero
firmes, dejemos nuestra huella, nuestra huella profunda de LIBERTAD Y VIDA.
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