Pastilla de amnesia, olvido de anhelo



Las situaciones en la vida, respecto al sistema actual, nos llevan a la falta de tiempo, falta de oportunidades y por supuesto falta de vida. Puesto que nos hacemos activos de lo impuesto, lo que muchas veces llaman rutina y nos dejamos superar como si fuéramos una hoja de papel que vuela al viento, superado sin más  fuerzas por el viento, dejando que nos desplace sin tener derecho a imponer.

Estas situaciones se generan a diario en nuestra vida, ninguno de nosotros está libre de esto, puesto que nuestro sistema habla desde que nos pensaron, hasta el fin de los tiempos. Dejamos de lado nuestras alegrías, nuestros sueños y anhelos, por falta de espacio – tiempo, para progresar y compartir.
Estar complicado y no ver una salida a corto plazo, es normal. Sentimos que cada cosa que hacemos nos retrocede a la integralidad, a la alegría de nuestro entorno, tanto como la nuestra. Es habitual ser pensativo y dejarnos llevar por la pena, ya sea por una perdida y porque, como humanos muchas veces no tenemos respuesta para todo, y solo la encontramos a largo plazo por medio de las vivencias en primera persona.

La fortaleza del hombre, es compleja de encontrar, mucho más saber el sentido de cada vida en este espacio de tiempo. Muchos la encuentran sobre los 20 años, otros sobre los 40 y otros simplemente esperan a que en su último momento tengan la respuesta, sin buscar. Claro está, que somos dueños de nuestro propio destino, y que lo impuesto, en todo ámbito y las perdidas regulares y normales que provoca el hecho de ser materia viviente, al final del día nos tocará descansar eternamente. Por tanto debemos entender, por mucho que nos cueste, que cada uno de nuestros sueños es más importante que lo impuesto, que no sana con simples pastillas o simples relajantes que adormecen la vida y actúan como detractores de tu anhelo.

Es lamentable saber que muchas personas no han podido salir de lo que les establece el sistema, dejando de lado la incertidumbre, para vivir como analistas más que como protagonistas, cuestionando cada paso, sin provocar un cambio, en contra lo que se llama rutina o problemas. Cuando no encontramos salida, la solución es la moda, el resultado es no darle sentidos a la vida, esto se provoca cuando ya es tarde, y dejamos de darle un espacio hasta el corazón, cuando dejamos de respirar y regalamos nuestro aire a quienes no lo merecen.

Es tarde, y la solución para muchos, es encontrar la solución en un doctor, personaje que simplemente determina receta de inconciencias, que provocan simplemente la compra de una siesta eterna a la vida, descanso obligatorio, para callarlos y en cierta forma, darle muerte a tu esencia, puesto que no fuiste capaz de superar los problemas y lo agitado del sistema, y el esfuerzo que considera llevar a cabo nuestros sueños. Lucharon en su momento, lucha justa y lucha libre, que termina por cansancio y por testigo. Cuando esto llega, es tarde. Puesto que hasta el amor no da razón y consciencia a nuestro corazón.
Por esto debemos ser, la esencia de lo que nos da alegría, respiro que entrega movimientos agitados con incertidumbre integrada de forma gratuita, y análisis de los sueños más que de lo pasado. Es obvio, que viviremos mil veces dramas, problemas, penas, tristezas, derrotas, caídas, llanto. Más llama la atención que esto le da sentido a nuestra sonrisa, al llanto provocado por la emoción de agradecer, de darnos la fortaleza de seguir, y avanzar hacia la alegría de todos.

Nunca dejarnos caer, sería hablar de lo que no es humano, sería menesteres de sentimientos y vida. Siempre caer es lo justo y es vida, pero más vida es aquellas que supera los problemas y es capaz de levantarse y superar cada una de las barreras que se nos pone, cada escalón, que al avanzar pueda que duela más, pero las sonrisas y esbozos de amor posteriores hablan de humanidad sana, de sentido común y consciencia.

NO duermas en lo establecido, si conoces lo incorrecto, reparalo para así dar espacio a tus sueños, no dejes que el sistema ordené tu vida y te haga preocupar, mejor ocupa tu tiempo y ordena el sistema, corrígelo para bienestar del tus pares y el tuyo, puesto que el sistema enferma y te hace débil a la vida, las pastillas tratan de amnesia y anestesias dependientes, que al dejarlas luego de un amanecer, vuelven y convierten tus adormecidos atardeceres de verano, en infiernos llenos de pasado.

Nunca olvides el derecho que supera lo constitucional, y que viene desde el nacimiento de la humanidad, desde el nacimiento de la visión, desde el inicio del respiro, más allá del aire y lo inmortal, aquello que te hace sentimiento y acción, “El derecho al delirio”.


Se pilar y entrega pastillas para recobrar el delirio, de aquellos adormecidos, adormecidos de sus sueños y apenados de pasado, para entregar en su nuevo amanecer, el derecho a creer y el derecho a vivir, el derecho a disfrutar el siguiente atardecer.

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